Siente la lluvia en tu piel, nadie puede sentirla por ti. Sólo tú puedes dejarla adentro, nadie más, nadie más, puede decir las palabras en tus labios. Mójate en las palabras aun no dichas, vive la vida con los brazos abiertos. Es el día de hoy, donde tu libro empieza. Lo demás, aun no se escribe.
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